Luz: se adapta de poco luminoso a muy luminoso. Nunca sol directo. 

Ubicación: Interior 

Riego: moderado; Dejen secar solo la capa superficial entre riegos. Eviten el encharcamiento. El riego ideal es sumergir la maceta en 1/4 de agua y dejar que absorba durante media hora y después sacarla y dejar que drene el exceso. El exceso de agua provocará la podredumbre de las raíces y de la base de las hojas. No es muy exigente en cuanto a humedad ambiental, pero le viene bien que de vez en cuando la pulvericemos con agua filtrada o destilada, sobre todo en el clima seco de Mendoza. 

Limpieza: Lo que resulta de importancia es limpiar sus hojas de polvo con pulverizador y servilletas de papel húmedo. Derecho y envés de las hojas. Esto evitará los pulgones. 

Abono: Cada tres meses